En este repaso conoceremos las últimas tecnologías y seremos capaces de elegir bien todo lo necesario para armar un equipo de alto desempeño.
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El hardware de las computadoras no para de avanzar y deja atrás incluso a las consolas que recién han sido lanzadas al mercado. En este artículo haremos un recorrido por los distintos componentes de la PC y nos enfocaremos en definir cuáles son las características más importantes que se deben tener en cuenta a la hora de comprar.
Motherboard
La variedad de placas madre disponibles en la actualidad es asombrosa. Aquí, las claves para elegir la adecuada para nuestro equipo.
Para comenzar debemos tener muy claro qué es y para qué sirve un motherboard. En principio, se trata de una gran tarjeta de circuitos impresos. Esos circuitos suelen conocerse como buses y sirven para intercomunicar los distintos componentes de la PC.
A continuación veremos algunas características que debemos buscar tener en un motherboard del año 2016.
USB 3.1
El puerto USB es una de las tecnologías de mayor impacto en la historia de las últimas décadas. Su gran virtud la encontramos en su capacidad para evolucionar y adaptarse a nuevos usos. Por ejemplo, el primer USB fue diseñado para permitir la conexión en cadena de hasta 127 dispositivos. Esto era genial en el papel, pero el nivel de energía proporcionado por la interfaz era tan bajo que apenas alcanzaba para uno. Hoy en día, las más modernas versiones de USB nos permiten cargar rápidamente nuestros dispositivos móviles. La mayor novedad en el mundo del USB la encontramos en la reciente versión 3.1, que recién comienza a aparecer en los motherboards. USB 3.1 permite una velocidad de transferencia máxima de 10 Gbps (el doble que la versión 3.0), lo que es sencillamente genial.
Pero lo mejor de la nueva versión de USB no es su velocidad de transferencia, sino la capacidad de entregar hasta 100 Watts de energía. Esto serviría no sólo para cargar nuestros móviles muy rápidamente, sino que también permitiría la creación de notebooks sin cargadores propietarios, que se alimenten de cualquier puerto USB 3.1 disponible. Sin dudas, eso sería un cambio formidable y una gran mejora para las portátiles.
Almacenamiento
El puerto SATA 6G es el más utilizado en la actualidad para conectar discos duros a la PC. Su velocidad máxima de 6 Gbps lo hace apto para unidades tradicionales y para discos SSD. Sin embargo, estos últimos ya son capaces de ofrecer velocidades de transferencia que exceden las posibilidades de SATA 6G. Por eso, están surgiendo nuevas interfaces para permitir la conexión.
En primer lugar debemos mencionar a SATA Express, que es la sucesora oficial de SATA 6G. El nuevo estándar permite una velocidad máxima de 10 Gbps. Si buscamos un motherboard nuevo, es recomendable que tenga, al menos, uno de estos puertos. No obstante, debemos reconocer que los discos compatibles tardan en aparecer en el mercado.
Quizás mejor suerte tenga el estándar M.2, que permite conectar unidades SSD en formato de tarjetas pequeñas. La velocidad de un conector M.2 depende mucho de la cantidad de líneas PCI Express que tenga conectadas en el motherboard. Así, puede variar entre los 10 Gbps y los 32 Gbps. Algunos fabricantes llaman a esta última velocidad “Turbo M.2” o “Ultra M.2”. En cuanto a los externos, vemos desaparecer al puerto eSATA y prevalecer a los más nuevos USB 3.0/3.1 y Thunderbolt.
PCI Express 3.0
La nueva versión de PCI Express ya se encuentra entre nosotros y ofrece una velocidad de transferencia de datos por línea que es el doble que la versión anterior. En este caso el protocolo se ha optimizado para permitir duplicar la transferencia de datos al utilizar una frecuencia de 8 GHz, en comparación con los 5 GHz de la versión 2.0.
Si bien la última generación de placas de video es compatible con el nuevo y rapidísimo bus, la verdad es que en ese sentido no notaremos ninguna mejora. Los 16 GB/s que ofrece la versión 2.0 en un puerto x16 todavía son más que suficientes para cualquier tarjeta gráfica de alta gama. Sin embargo, PCIe 3.0 sí viene perfecto para complementar los nuevo puertos de alta velocidad como SATA 6G y Thunderbolt (en especial este último), que necesitan disponer de una alta velocidad de transferencia.
Memoria RAM
El componente indispensable para tener un equipo ágil en entornos multitarea.
La memoria RAM siempre ha sido de vital importancia en las computadoras. Su función es la de almacenar datos para que puedan ser tomados rápidamente por el procesador y por la placa de video. Estos son, como sabemos, los dos puntos de procesamiento crítico en una PC para juegos y demandan que se les entregue datos rápidamente. No obstante, las placas de video tienen su propia memoria integrada, así que nos concentraremos en el procesador.
Una manera e entender el funcionamiento de la memoria RAM es pensarla como un espacio de almacenamiento rápido (buffer) entre el disco duro y el procesador. Si el procesador tuviera que tomar los datos directamente del disco, de manera repetitiva, las computadoras serían verdaderamente lentas.
A continuación analizaremos el impacto que puede tener la memoria en nuestro sistema y cuáles son las cuestiones que debemos considerar para comprar o aumentar la de nuestro sistema.
Cantidad necesaria
Acerca de la memoria hay un principio básico que debemos tener siempre presente: cuantos más datos podamos cargar en la memoria, menos probable será que el procesador tenga que buscarlos en el lento disco duro. Si tenemos la RAM suficiente, la planilla estará allí lista para aparecer en pantalla al instante cuando hagamos <Alt+Tab>.
Una buena cantidad de memoria también acelera el inicio e Windows, la carga de aplicaciones y, en gran medida, la carga de juegos y sus niveles/mapas.
Para las computadoras de oficina o que se utilizarán principalmente para Internet basta con averiguar cuál es el valor recomendado para el uso del sistema operativo. En la actualidad, con Windows 10, la cantidad mínima para un buen aprovechamiento de una PC de escritorio con hardware nuevo es de 4 GB.
La utilización de 8 GB viene siendo una medida estándar desde hace un par de años. Si se piensa utilizar la PC para jugar con frecuencia o se van a utilizar herramientas de software pesadas (edición de audio, video e imágenes), ya hay que por 16 GB.
Si bien la cantidad de 4GB de RAM es efectiva y se puede adquirir a bajo costo, hoy en día quienes arman computadoras de alto desempeño van por más. Los módulos más comunes entre los dirigidos a gamers y entusiastas del hardware ya ofrecen 16 GB. Y con dos de ellos se arman los kits que colocan la capacidad de memoria estándar de la alta gama en los 32 GB.
Tecnologías y velocidad
En la actualidad estamos en un momento de transición en cuanto a la tecnología de memoria dominante en el mercado. Como hemos visto en páginas anteriores, Intel está fomentando la utilización de memoria DDR4 con sus plataformas Skylake y Haswell-E.
Sin embargo, el mercado sigue estando llego de memorias DDR3 y este es el tipo utilizado por la anterior generación de Intel (LGA 1150) y la actual de AMD (sockets AM3+ y FM2+).
La RAM DDR3 comenzó con módulos que tenían una frecuencia de 1066 MHz. Enseguida surgieron los DIMMs de 1333 MHz, que hasta hace poco eran los más utilizados.
Si hablamos de memorias de alta velocidad ya nos encontramos con módulos de 1600 MHz, 1866 MHz y, más recientemente, 2133 MHz. Por el lado de DDR4, la velocidad inicial es de 2133 MHz, pero ya están disponibles en el mercado módulos con distintas velocidades, que llegan en los casos más extremos a los 3200 MHz.
Ahora bien, la frecuencia en MHz no es siempre un indicador preciso del rendimiento que es capaz de ofrecer una memoria RAM. Esto se debe a que existen otros valores llamados “latencias”, que indican tiempos de espera internos propios de los chips de RAM y que tienen un gran impacto en la velocidad real. Los valores de latencia se detallan con una serie de números (como 9-9-9-24) y el más significativo es el llamado CAS Latency (que suele ser el primer número de la serie).
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En este repaso conoceremos las últimas tecnologías y seremos capaces de elegir bien todo lo necesario para armar un equipo de alto desempeño.
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El hardware de las computadoras no para de avanzar y deja atrás incluso a las consolas que recién han sido lanzadas al mercado. En este artículo haremos un recorrido por los distintos componentes de la PC y nos enfocaremos en definir cuáles son las características más importantes que se deben tener en cuenta a la hora de comprar.
El plan maestro
Algunas consideraciones iniciales para ver por qué conviene armar una computadora.
A la hora de armar una computadora tenemos una gran cantidad de combinaciones de componentes posibles entre los que elegir. El mercado es muy amplio y nos permite una gran libertad de elección. Allí está la gracia de la plataforma PC, pero también es cierto que esta amplitud de posibilidades puede provocar confusión y dificultar el armado final del equipo. Es por eso que necesitamos una guía.
Incluso si somos expertos en hardware, la aparición constante de nuevas placas de video, procesadores y motherboards hará que debamos investigar concienzudamente antes de definir cualquier elección. Solamente los hobbistas que viven de las novedades están a salvo del desconcierto.
¿Cómo hacer, entonces, para elegir los componentes de nuestra PC ideal? A continuación veremos algunas claves para orientarnos.
Distintos usos
Una primera medida que podemos y debemos emplear para reducir el universo de componentes posibles para integrar en nuestra PC, es tener bien en claro cuál es la utilización que haremos de ella. De esta forma nos aseguramos que el equipo responderá a nuestras necesidades y que no será innecesariamente costoso.
* Oficina: los equipos destinados a tareas administrativas generalmente no requieren de un hardware estelar. Debe ser capaz de ejecutar con soltura el sistema operativo, y aplicaciones de edición de texto o planillas de cálculo.
Aquí, el procesador puede ser económico (de doble núcleo tipo Core i3), en tanto el motherboard no necesita lujo alguno pero debe ser sólido y con buena garantía del fabricante. Con la memoria RAM recomendada (“recomendada”, no la mínima) para el sistema operativo suele ser suficiente.
Casi la totalidad de estos equipos utilizarán el video integrado y no necesitarán de una tarjeta gráfica agregada.
* Hogar: se trataría de una computadora multiuso compartida por varios usuarios, pero principalmente orientada a Internet y redes sociales. También deberá ser eficaz en tareas ofimáticas y permitir el disfrute de juegos casuales.
Según el presupuesto se podrá optar por un microprocesador de dos o cuatro núcleos. Si se pone algo de énfasis en los juegos, este último será preferible. Muchos juegos livianos actuales pueden ejecutarse sin problemas con el video integrado en chips AMD Fusion A o Intel Broadwell. En todo caso, el motherboard proveerá un slot PCI Express x16 para permitir incorporar, como opción, una tarjeta gráfica de gama media/baja.
Si se trata de un equipo compartido por varios miembros de una familia, contar con una buena capacidad de disco es fundamental: 1 Terabyte (TB) es una buena cifra para empezar.
* Gaming: suele pensarse como una computadora costosa, pero se puede moderar su costo mediante la adquisición de algunos componentes de gama media. Aquí el procesador debe ser de al menos cuatro núcleos físicos (Core i5 o Core i7) y es una buena idea tomar como base una cantidad de memoria RAM de 16 GB.
La placa de video es una de las estrellas del equipo. Modelos de gama media como la GTX 960 o la R9 380 permitirán jugar tranquilamente a resolución 1080p. Las de gama alta ya apuntan a favorecer el uso mayores resoluciones en múltiples pantalla o monitores 4K. También son las indicadas para los juegos más pesados del mercado.
También aquí se necesita mucho espacio de almacenamiento. Y la adición de un disco SSD puede ser útil para acelerar la carga de juegos especialmente perezosos (nos vienen a la mente los simuladores FSX y Prepar3D).
HTPC
La “Home Theatre PC”, también conocida como “PC Media Center” es cada vez más común en los hogares. Permite consumir streaming de audio y video, archivos multimedia HD y hasta ejecutar algún que otro juego como si se tratase de una consola. Y todo eso, claro está, con mucho más soltura que la que ofrece el pálido hardware de un Smart TV.
Aquí podemos ir por un motherboard micro ATX y armar una PC poderosa (sobre todo si nos gusta la idea de “PC de juegos en el living”). Pero quizás sea más atractivo ir por algo más pequeño y silencioso, con refrigeración pasiva (como la plataforma Intel Braswell) y bajo consumo eléctrico.
Procesadores
El centro de procesamiento de nuestra computadora definirá en gran medida las capacidades generales de nuestro equipo.
El microprocesador, también llamado CPU (Central Processsing Unit) determina la velocidad con la que la PC puede realizar cualquier tarea de cómputo. Se suele decir que es el cerebro de la PC.
En el mundo de las computadoras personales encontramos dos compañías rivales que se encargan de desarrollar microprocesadores. Una de ellas es Intel, que hoy en día ofrece los procesadores más poderosos para gamers; la otra es AMD, que tiene mucha aceptación entre los jugadores gracias a productos que buscan un equilibrio entre el precio y la performance.
Chips Intel
Recientemente Intel ha lanzado al mercado una nueva plataforma de cómputo. Esta solución está integrada por chipsets de la serie Z100 (la variante Z170 es la que equipa a los motherboards de alto desempeño actuales) y los microprocesadores “Skylake”. La gran novedad de esta plataforma es que se utiliza la tecnología de memoria DDR4.
Hay que tener en cuenta que Skylake implementa un nuevo socket, llamado LGA 1151, por lo que motherboards de generaciones anteriores no nos serán útiles. Recordemos Intel venía usando el socket LGA 1150 para sus chips Haswell.
Creemos que Skylake será la base para muchos equipos durante 2016. Si bien en desempeño puro no representa un enorme adelanto con respecto a la generación anterior, el hecho de ser compatible con DDR4 es un gran beneficio si se piensa a futuro.
La plataforma Skylake está orientada a usuarios generales, gamers, profesionales y un amplio abanico de usuarios. Sin embargo, los usuarios extremos tienen otra opción.
La plataforma para los que buscan el máximo rendimiento se llama Haswell-E y está compuesta por procesadores de Core i7 de seis u ocho núcleos. Esta es una ventaja importante con respecto a Skylake, que está compuesta solamente por procesadores con un máximo de cuatro núcleos.
La plataforma Haswell-E utiliza el socket LGA 2011-v3 y también se vale de la nueva tecnología de memoria DDR4. Los motherboards y procesadores de este tipo son costosos, así que es recomendable solamente para los que busquen el máximo desempeño sin importar el precio.
Core i7 y Core i5
Para el socket LGA 1151 (Skylake) existen procesadadores de distinto costo. El de mejor desempeño y mayor costo es el Core i7; luego está el Core i5, de menor desempeño pero con un precio más moderado; y al final de la línea están los Core i3 y Pentium. Para una computadora “ideal” orientada a videojuegos recomendaremos un chip Core i7 o un Core i5.
El Core i7 más rápido dentro de la plataforma LGA 1151 es el modelo 6700K. Se trata de un chip de 4 núcleos con HyperThreading. Esta es una tecnología propietaria de Intel que hace que el sistema operativo crea que dispone de 8 núcleos. Así, cada núcleo físico maneja dos hilos virtuales de procesamiento. En las aplicaciones que estén fuertemente optimizadas para HyperThreading se puede ver una mejora del desempeño de hasta un 20 %.
La frecuencia de funcionamiento básica del i7 6700K es de 4 Ghz GHz, pero al accionarse el Turbo puede llegar a los 4,2 GHz (generalmente, cuando se utilizan solamente uno o dos núcleos). La cantidad de caché integrada es de 8 MB.
La letra K al final del nombre indica que se trata de un procesador con el multiplicador desbloqueado para hacer overclocking. Gracias a esto se pueden conseguir llevar el chip a frecuencias de alrededor de 4,5 GHz, siempre que se cuente con un buen motherboard. Para el overclocking también es recomendable utilizar un cooler de alto desempeño para reemplazar el que viene de fábrica con el procesador (que sólo está preparado para disipar el calor del chip en su frecuencia estándar y no más allá de ella).
Los procesadores K son más costosos que las versiones normales (por ejemplo, existe un i7 6700 no K). Así que a la hora de adquirirlos deberemos evaluar si realmente haremos overclocking. Al momento de realizar este artículo, el 6700K se consigue en los Estados Unidos por U$S 370 y el modelo “no K” por U$S 330.
Vale aclarar que en la plataforma LGA 2011-v3 todos los procesadores disponibles son Core i7. El modelo más poderoso y más costoso es el i7 5960X de 8 núcleos a 3 GHz, que cuesta U$S 1050 (!) en EE.UU.
El Core i5
Nuestro segundo recomendado, también para el socket LGA 1151, es el Core i5 6600K (U$S 270). Es un procesador de 4 núcleos físicos que no integra la tecnología HyperThreading. Aquí la caché se ha reducido a 6 MB y las frecuencias de funcionamiento son de 3,5 GHz (base) y 3,9 GHz (con Turbo). Desde el punto de vista gamer, el i5 nos permite ahorrar un dinero y mantener la potencia de los 4 núcleos físicos. La ausencia de HyperThreading no importa demasiado en los juegos, aunque sí tiene un impacto mayor la caché de 6 MB (2 MB menos que el i7).
Lo bueno es que al ser un modelo K, se puede obtener una importante mejora del desempeño mediante overclocking.
Chips AMD
AMD ofrece procesadores de 8 núcleos a un precio muy competitivo. Sin embargo hay características particulares que se deben conocer para poner estos productos en perspectiva.
Los procesadores AMD dirigidos al mercado gamer y de alta exigencia de performance se llaman FX. Actualmente utilizan el socket AM3+ y se encuentran disponibles en versiones de 8, 6 y 4 núcleos.
Es interesante saber que el socket AM3+ que utilizan los chips FX también puede albergar a chips de la generación anterior con formato AM3 de la línea Phenom II. Las variantes de 6 núcleos del Phenom II todavía ofrecen un gran desempeño, aunque ya son difíciles (o más bien imposibles) de conseguir.
La novedad de los chips FX es que utilizan una arquitectura interna que se basa en módulos. Estos módulos se llaman Piledriver y cada uno integra dos núcleos de procesamiento. Así es que un chip FX de 8 núcleos está formado efectivamente por 4 módulos. Lo que hay que tener en cuenta es que los dos núcleos integrados en cada módulo Piledriver comparten algunos recursos.
Debido a la edad de la plataforma AM3+ se hace difícil recomendarla como ideal para el 2016. Sin embargo, los fanáticos de la marca AMD pueden optar por algún chip FX 8350 (U$S 180) o FX 8370 (U$S 200), que compiten con el Core i5 y se pueden conseguir a buen precio. Sin embargo, como dijimos recién, esta no es una gran apuesta a futuro ya que la oferta tecnológica de AMD necesita urgentemente un refresco que la coloque nuevamente en los primeros planos.
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